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La osteoporosis es
la pérdida gradual de la densidad mineral ósea y no solo daña a los huesos sino
que afecta a todo el organismo.
Esta enfermedad debilita
al hueso, haciéndolo propenso a fracturarse, pero esta no es su única
consecuencia.
Nuevos estudios
realizados han demostrado que la osteoporosis acelera el proceso de
envejecimiento, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular,
cáncer y demencia.
Los huesos que
sufren osteoporosis contienen células llamadas senescentes, que liberan señales
moleculares toxicas. Estas señales inflamatorias producen en el cuerpo varios tipos de desórdenes
degenerativos.
Estudios realizados reconocen al menos 5 nutrientes esenciales, con la capacidad de proteger nuestros huesos:
Estos nutrientes
ayudan a atenuar la inflamación y minimizar el daño que produce la degeneración del hueso en el cuerpo.