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08/03/2019

La relación de la presión sanguínea con la demencia

Las consecuencias de tener presión sanguínea elevada

 

Estudios recientes han evidenciado que el control deficiente de la presión sanguínea no solo aumenta el  riesgo de infarto agudo de miocardio sino que también puede acelerar el inicio de la demencia.              

La presión alta no es solo un factor de riesgo cardíaco. Actualmente se ha descubierto que la presión alta puede dañar al cerebro y conllevar a la demencia y al declive cognitivo.

 

El impacto de la presión sanguínea en la función cognitiva

El deterioro de la función cognitiva aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como Alzheimer y otras demencias.

Tener niveles adecuados de presión sanguínea puede reducir el deterioro de la función cognitiva en un 19%. Además se pueden reducir el riesgo de desarrollar demencia temprana en un 15%.

 

Lesiones cerebrales

Los cerebros de las personas que sufren demencia poseen alteraciones en los vasos sanguíneos que irrigan el tejido cerebral. En la resonancia magnética nuclear pueden verse lesiones en la “sustancia blanca”.

Hay estudios que han evidenciado que las lesiones de la sustancia blanca producen demencia, ACVs y reducen la esperanza de vida. La hipertensión es el factor de riesgo principal de lesiones de materia blanca.

 

En conclusión

La insuficiencia cardiaca y la demencia son factores comunes del envejecimiento. Manteniendo la presión sanguínea controlada, se pueden prevenir estas dos afecciones.

Con una dieta saludable, ejercicio, medicación adecuada y suplementos, se puede optimizar las cifras de presión arterial y de esta manera prevenir las consecuencias de tenerla elevada.