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La almendra, contrario a la creencia popular, no es una
nuez, sino una semilla del árbol de almendra, la cual se origina en el medio
oriente, el norte de áfrica y el subcontinente indio.
Los esteroles o fitoesteroles vegetales, son una clase de
compuestos similares al colesterol los cuales pueden inhibir la absorción de
colesterol en el tracto gastrointestinal y reducir el colesterol en sangre. Las
almendras son una fuente excelente de fitoesteroles y son y han demostrado un
impacto beneficioso en el colesterol LDL.
Además, esta semilla tiene la habilidad de normalizar un
lípido sanguíneo particularmente dañino, las pequeñas, densas partículas de
colesterol LDL que son fuertemente aterogénicas y toxicas para los delicados
vasos sanguíneos.
Al añadir este alimento a las dietas de personas con
colesterol alto, las almendras han demostrado reducir significativamente los
factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Este efecto se atribuye
a las fibras, proteínas y ácidos grasos monoinstaturados que contiene.
Estudios han demostrado que las dietas bajas en calorías que
incluyen almendras conllevan a una pérdida
de peso mejor y más sostenida, comparado con las dietas que no las incluyen. También
se comprobó que estas dietas mejoran la preponderancia a anormalidades
asociadas con síndromes metabólicos.
Las almendras y el aceite de almendras pueden ayudar a
aliviar síntomas del síndrome de colon irritable, y también están asociadas a
la reducción de incidencia del cáncer de colon.
Este alimento es muy nutritivo y estudios sugieren que la
leche de almendras puede ser un eficaz sustituto para la leche de vaca.