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13/08/2023

La relación entre la osteoporosis y el envejecimiento acelerado

La osteoporosis es una enfermedad que afecta a un número significativo de hombres y mujeres, especialmente a medida que envejecen. Según los estudios, aproximadamente el 30% de las mujeres y el 16% de los hombres mayores de 50 años padecen osteoporosis. Estas cifras aumentan drásticamente en personas mayores de 80 años, llegando al 77% en mujeres y al 46% en hombres.

La osteoporosis debilita los huesos, haciéndolos más frágiles y propensos a fracturas. Sin embargo, esta enfermedad conlleva otros riesgos más allá de la fragilidad ósea.


Investigaciones recientes demuestran que la osteoporosis está relacionada con un envejecimiento acelerado y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, cáncer y demencia.


La aceleración del envejecimiento inducida por la osteoporosis comienza en las etapas iniciales de la pérdida ósea, antes incluso de que muchas personas sean conscientes de que la padecen. A medida que los huesos envejecen, se acumulan células senescentes dañinas, que son células que han dejado de replicarse y liberan moléculas de señalización perjudiciales.


Estas señales inflamatorias se propagan por todo el cuerpo y pueden inducir diversos trastornos degenerativos, como demencia y cáncer. Además, las células senescentes y los productos químicos que liberan no sólo contribuyen a la osteoporosis, sino también a enfermedades como el Alzheimer, la diabetes tipo II y el cáncer.


El proceso de envejecimiento óseo implica la remodelación constante del hueso. Los “osteoblastos” son las células encargadas de formar hueso nuevo, mientras que los “osteoclastos” se dedican a descomponer el hueso viejo. En personas jóvenes en crecimiento, la actividad de los osteoblastos supera a la de los osteoclastos. En la edad adulta, estas actividades se mantienen más o menos equilibradas. Sin embargo, con el envejecimiento, la actividad de los osteoclastos comienza a superar a la de los osteoblastos, lo que resulta en una pérdida de mineral óseo y un mayor riesgo de fracturas.


En personas con osteoporosis, la actividad de los osteoclastos está especialmente aumentada. Estos osteoclastos envían señales inflamatorias que pueden promover la inflamación en todo el sistema. 


Además, la osteoporosis se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares


La enfermedad de Alzheimer también se ha relacionado con la osteoporosis. Las personas con Alzheimer tienden a tener una baja densidad mineral ósea y una mayor incidencia de fracturas de cadera en comparación con aquellos sin la enfermedad. Además, las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis grave tienen una mayor prevalencia de enfermedad de Alzheimer en comparación con aquellas sin osteoporosis. Los estudios han identificado ciertas moléculas de señalización que parecen estar involucradas en la asociación entre la osteoporosis y la demencia.


Por último, las personas con osteoporosis tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer en comparación con aquellas con huesos sanos. Se han identificado proteínas óseas asociadas con la osteoporosis en las vías moleculares relacionadas con el cáncer. Estas proteínas de crecimiento, que normalmente están involucradas en el mantenimiento y la curación de los huesos, pueden activarse en exceso y contribuir al crecimiento celular descontrolado observado en los cánceres.


En resumen, la osteoporosis no solo afecta la salud ósea, sino que también acelera el envejecimiento y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y demencia. Comprender esta conexión entre la osteoporosis y otras enfermedades es fundamental para abordar de manera integral la salud ósea y promover un envejecimiento saludable.