El magnesio está involucrado en más de 300 reacciones enzimáticas en todo el cuerpo. La mitad del magnesio del cuerpo se almacena en los huesos, donde forma parte de la matriz esquelética. 

Además ayuda a las neuronas a conectarse, es vital para el ritmo cardíaco normal y ayuda a regular la presión arterial. 

El problema está en que la mayoría de las personas no obtienen suficiente magnesio de su dieta.

El magnesio proporciona tres beneficios importantes: 

Facilita la energía celular, ya que es un elemento crítico en el proceso de producción de energía del cuerpo.

Apoya la síntesis y reparación del ADN. Las anomalías del ADN pueden provocar cáncer y otras enfermedades, el magnesio es necesario para la síntesis y reparación del ADN. 

Contrarresta la inflamación, la baja ingesta de magnesio desencadena la activación y liberación de factores proinflamatorios. Este mineral combate la inflamación crónica de bajo grado, que contribuye a una amplia gama de enfermedades relacionadas con la edad.

Azúcar en la sangre y diabetes

La ingesta de magnesio se asocia con un menor riesgo de desarrollar diabetes, esto se demostró en un estudio donde se encontró que los diabéticos tipo II tienen niveles bajos de magnesio en la sangre. Esta deficiencia disminuye la sensibilidad a la insulina y hace que los riñones excreten magnesio, creando un círculo que empeora los niveles de azúcar en la sangre y las complicaciones de la diabetes. 

Por lo que una suplementación con este mineral puede tener un efecto beneficioso sobre el azúcar en la sangre. 

Mantener niveles óptimos de magnesio es una parte clave de cualquier programa antienvejecimiento, además de incorporarlo mediante nuestra dieta, podemos evaluar la opción de acudir con un profesional de la salud para realizar una suplementación y disfrutar de los grandes beneficios que nos ofrece este mineral.