Si tenes problemas para conciliar el sueño, no estás solo. Millones de adultos en el mundo sufren privación crónica del sueño, un problema que solo empeora con la edad.

No dormir lo suficiente aumenta el riesgo de numerosas afecciones, como ataques cardíacos, derrames cerebrales, diabetes e hipertensión.

Hay una gran demanda de medicamentos que brinden alivio. Pero si bien los somníferos recetados pueden funcionar por un tiempo, vienen con una larga lista de efectos secundarios que afectan la calidad de vida, y muchos son altamente adictivos.  

Causas e impacto de la falta de sueño

La mala calidad del sueño tiene un impacto mucho mayor en nuestros cuerpos que simplemente hacernos sentir fatigados. Puede afectar la resistencia, contribuir al aumento de peso y provocar un aumento de las líneas finas y las arrugas. Los trastornos del sueño también tienen profundas consecuencias fisiológicas que contribuyen a los riesgos para la salud a largo plazo.

El estrés, la ansiedad y la depresión son síntomas comunes presentes en las personas que experimentan insomnio crónico, ya que afectan negativamente los ritmos circadianos y modifican tanto la duración como la calidad del sueño. Debido al tremendo impacto que tiene el estrés en el sueño, cualquier remedio para dormir debe incluir componentes que también ayuden a reducir la ansiedad y aliviar el estrés. 

Ashwagandha

La ashwagandha es un adaptógeno, un compuesto que induce el equilibrio fisiológico en el cuerpo y reduce los impactos del estrés. Sus usos han incluido objetivos como el cáncer, la infección, la inmunomodulación y los trastornos neurodegenerativos. Estudios también muestran que tiene un impacto beneficioso sobre la ansiedad y el insomnio. 

Además de combatir el estrés crónico en sí, la ashwagandha combate algunos de sus efectos secundarios. En un estudio de personas que enfrentan estrés crónico, la suplementación con ella condujo a mejoras significativas en el estrés percibido, los antojos de alimentos y la felicidad. Los sujetos también experimentaron reducciones significativas en el cortisol sérico, el peso corporal y el índice de masa corporal. 

Como beneficio adicional, los estudios en animales muestran que la ashwagandha protege el cerebro de algunos de los efectos bioquímicos y conductuales nocivos de la privación del sueño, como la actividad locomotora deficiente y el aprendizaje y la memoria deficientes.

Los problemas del sueño empeoran a medida que envejecemos, se ven exacerbados por muchas enfermedades crónicas y agudas y aumentan el riesgo de enfermedades graves a largo plazo. Incluso hay evidencia de que dormir mal tiene un efecto en nuestros telómeros cromosómicos, acortándolos (y por lo tanto nuestras vidas) prematuramente.

Los somníferos recetados y de venta libre pueden ser efectivos, pero la mayoría de ellos tienen efectos secundarios, incluido el potencial de dependencia y tolerancia (donde dejan de funcionar). 

Al combatir la ansiedad, el estrés e incluso la depresión, la ashwagandha aborda algunas de las principales causas del insomnio crónico. Consulta con tu médico de cabecera la posibilidad de utilizar este adaptógeno como opción para combatir el insomnio.