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El término
“inflamación” es usado de tantas formas distintas que la problemática de la inflamación
crónica como causa que acelera los procesos degenerativos se mantiene ignorada.
Infinitas publicidades promueven drogas que alivian temporalmente el dolor
localizado. Otras promueven drogas inmunomoduladoras que ayudan a suprimir
enfermedades de tipo artritis
reumatoide, pero poseen riesgos de efectos secundarios importantes.
Pocos comprenden que
el envejecimiento natural provoca niveles bajos de inflamación que causan o
contribuyen virtualmente a todas las enfermedades crónicas.
En la inflamación
crónica subyacen las grandes enfermedades que provoca el envejecer, desde
cáncer y arteroesclerosis hasta artritis y diabetes. Los patrones de una dieta
insalubre contribuyen a esto.
Encontrar la raíz de
los desórdenes de la inflamación crónica puede cumplir un rol importante en
conseguir longevidad máxima y una vida sana.
Las grasas saludables
tales como el ácido gamma-linoleico
(AGL) y omega-3 trabajan mediante varios caminos para reducir los peligros de
la inflamación a través del cuerpo.
Al golpearse, la mayoría de las personas toman una aspirina
o ibuprofeno para suprimir la inflamación. Estas medicaciones antiinflamatorias
de venta libre trabajan reduciendo sustancias pro-inflamatorias.
La inflamación aguda es beneficiosa, ya que permite la sanación
de un corte o lesión, los cuales pueden llevar a una infección o hasta la
muerte si no se controlan. Una vez que la inflamación no es necesaria, el
cuerpo posee mecanismos que la aplacan.
El cuerpo utiliza dos grasas en particular para “encender” y
“apagar” la inflamación.
Un componente del omega-6 llamado ácido araquidónico forma
sustancias pro-inflamatorias. Las grasas de omega-3 producen sustancias
anti-inflamatorias que brindan un balance al
estado general de la inflamación.
Consumir muchas grasas de omega-6, sin consumir suficientes
sustancias de omega-3, contribuye a la inflamación sistémica sin controlar, lo
cual puede causar enfermedades degenerativas crónicas asociadas con el
envejecimiento patológico.
Los beneficios antiinflamatorios
del ácido gamma-linoleico
(AGL)
·
El AGL es
un compuesto antiinflamatorio que se encuentra en pequeñas cantidades dentro de
algunos vegetales verdes y nueces, mientras las grasas pro-inflamatorias como
el ácido linoleico y el ácido araquidónico se encuentran abundantemente en los
aceites vegetales, pollo, huevos y carne respectivamente.
·
La
inflamación crónica a través del cuerpo contribuye a numerosas enfermedades.
·
Suplementar
con AGL puede reducir la inflamación de bajo grado crónica y proveer beneficios
a pacientes con artritis reumatoide, osteoporosis, cáncer, dermatitis atópica y
dificultad respiratoria aguda.
Para poseer salud optima, debemos ingerir grasas de omega-3
tanto como de omega-6.
No todas las grasas de omega-6 son pro-inflamatorias. La que
nos interesa en particular es el Ácido gamma-linoleico, el cual tiene
mecanismos antiinflamatorios destacables.
Este acido se encuentra en pequeñas cantidades dentro de
algunas nueces y verduras verdes. El cuerpo puede producir pequeñas cantidades
de AGL del ácido linoleico. Como resultado de esta pequeña producción en el
cuerpo, el AGL ha sido considerado un nutriente esencial condicionalmente.
Estudios realizados reportan una dosis diaria efectiva de
AGL desde 360mg a 2.800mg, pero se ha demostrado en un estudio que si uno se
suplementa con aceite de pescado rico en omega-3, entonces dosis más bajas de
AGL (400mg) pueden ser todo lo necesitado.
Además, la adición de lignanos de sésamo a la fórmula de AGL
puede aumentar su eficacia.
Los pacientes que sufren de artritis reumatoide poseen
articulaciones inflamadas, hinchadas y doloridas debido a un sistema inmune
demasiado activo. Existe evidencia de que los efectos antiinflamatorios del AGL
proveen beneficios a aquellos con esta enfermedad.
o
Alimentación por leche de fórmula
o
Resistencia a la insulina
o
Envejecimiento
o
Fumar
o
Consumo de alcohol, azucares refinadas, grasas
trans y aceites hidrogenados
o
Deficiencia de magnesio y zinc
o
Deficiencia de vitaminas B3, B6, C y E
Se estima que 200 millones de personas en el mundo sufren de
osteoporosis. Esto afecta primordialmente a personas mayores, incluyendo un 30%
de mujeres que atravesaron la menopausia.
Suplementar con AGL y omega-3 puede mejorar la salud ósea
aumentando la absorción de calcio.
En un estudio clínico, se demostró como la suplementación de
AGL con omega-3 más calcio, incrementó la densidad mineral del fémur de los
pacientes y ayudó a mantener la densidad mineral en la columna lumbar.
La dermatitis atópica, también llamada Eczema, es una
condición común, particularmente en los chicos.
Mientras los tratamientos convencionales incluyen cremas,
esteroides y antihistamínicos orales, estos sólo tratan los síntomas y no la raíz del problema.
Una de las causas de esta
enfermedad es la insuficiencia de la enzima responsable de convertir ácido
linoleico en AGL. Los pacientes que
sufren de eczema tienen niveles bajos de AGL pero niveles adecuados de ácido
linoleico, lo cual sugiere un problema en la conversión del ácido linoleico a
AGL.
Numerosos estudios demuestran como
el AGL ayuda a los pacientes con esta
condición.
El daño en los ojos, riñones y nervios periféricos son
consecuencias de la diabetes. Estas complicaciones diabéticas microvasculares
pueden estar asociadas a una deficiencia de la enzima que convierte el ácido
linoleico a AGL. La pérdida de esta enzima es un factor crucial al envejecer.
En un estudio, se realizó una prueba sobre 22 pacientes con
neuropatía periférica, usando 360mg de AGL por día. Luego de 6 meses, se hallaron
mejorías clínicas en los síntomas neuropatico, mientras que un grupo placebo se
mantuvo sin cambios o deteriorado.
Pacientes quienes sufren del síndrome de dificultad
respiratoria aguda demostraron mejoras al recibir una alimentación por sonda,
combinada con AGL, omega-3 y antioxidantes. Este estudio hayo una reducción en
el requerimiento de ventilación, la duración de estadía en cuidado intensivo y
el fallo de órganos internos.
Un estudio realizado
sobre mujeres con cáncer de mama, se las
suplementó con tamoxifeno y tamoxifeno mas AGL. En el grupo con AGL hubo una
respuesta más rápida al tratamiento y una mayor caída de receptores de
estrógenos comparada con aquellas que tomaron el tamoxifeno únicamente.
La deficiencia del AGL puede ser causada por la edad,
hiperinsulinemia y una dieta insalubre, lo cual deriva a una inflamación
crónica que detona enfermedades crónicas.
Suplementar con un antiinflamatorio como AGL provee
beneficios a pacientes con artritis reumatoide, osteoporosis, cáncer, eczema,
dificultad respiratoria aguda, asma y enfermedades degenerativas comunes.