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Hoy en día la quínoa es considerada una gran fuente de proteínas, baja
en grasas y libre de gluten, con la particularidad de ser baja
en carbohidratos y sodio.
La quínoa provee una gran cantidad de nutrientes, incluyendo
la vitamina B2, minerales y fibras entre muchos más.
Existe evidencia de que esta semilla puede inhibir la inflamación,
reducir el colesterol, disminuir los radicales
libres, mejorar los niveles de glucosa, promover la energía de
producción celular, ayudar al descenso de peso, actuar como probiótico y
potencialmente ayudar a prevenir
cáncer y enfermedades cardiacas.
Si bien ningún alimento solo puede proveer todos los nutrientes
esenciales para vivir, la quínoa se acerca como ningún otro animal o
planta. Importante dentro de los nutrientes que posee está una proteína
de alta calidad. La semilla de este vegetal es una de las comidas más rica
en proteínas que podemos comer.
Las moléculas de gluten en el trigo, la cebada y el centeno, detonan una
respuesta autoinmune en pacientes celiacos e intolerantes. Sin embargo,
la quínoa es libre de gluten y es segura para pacientes celiacos, o
aquellos con intolerancia al gluten.
Comparada a los cereales, provee una porción substancialmente más alta
de proteína relativa a los carbohidratos. La concentración de la proteína
abarca hasta un 60% de la semilla de quínoa. Esto la hace ideal para
dietas bajas en carbohidratos.
Muchas personas consumen cereales porque pueden ser una
buena fuente de fibras, y la quínoa es abundante en ellas. Con
solo una taza se aporta el 21% del consumo de fibra diario recomendando.
La quínoa es reconocida como una “comida funcional”. Eso es,
que su contenido balanceado de proteína, minerales, vitaminas y ácidos
grasos entregan una contribución tan fuerte a la nutrición que puede disminuir
el riesgo de un importante rango de enfermedades.
Por otro lado se ha demostrado que la quínoa provee
significantes beneficios cardiovasculares.
Esta contiene altos niveles de magnesio, el cual puede reducir la
presión sanguínea relajando los vasos sanguíneos. La quercetina,
encontrada en la quínoa, ha demostrado ayudar a bajar la presión sanguínea en
sujetos hipertensos. Además esta semilla vegetal contiene una buena
cantidad de fibra, la cual ayuda a bajar la presión alta, así como bajar los
niveles de colesterol.
Un estudio animal demostró como la quínoa ayudó a bajar el colesterol
total de los animales un 26%, el colesterol LDL un 57% y los
triglicéridos un 11%.
El contenido graso en la quínoa es más alto que en los cereales tales
como el trigo, e incluye cantidades valiosas de grasas saludables.
Los altos niveles de compuestos bioactivos en la quínoa, tienen el potencial para disminuir el riesgo de cáncer. En un estudio, los investigadores identificaron ciertos componentes de la quínoa que tienen la capacidad de suprimir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos e inhibir la proliferación de celular cancerígenas.
En 2014 un estudio evaluó algunos componentes de la quínoa en células macrófagas de roedores para ver el efecto antiinflamatorio. Los investigadores descubrieron que estos componentes pueden ser usados como componentes de comidas funcionales para prevenir o tratar la inflamación.
La quínoa es cada vez más reconocida como un “súper alimento” gracias a
que su alto contenido de fibras y proteínas de alta calidad, combinados con una
amplia gama de compuestos potentes, entregan diversos y poderosos beneficios a
la salud.