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10/08/2018

Bacteriófagos

Como los bacteriófagos y probióticos ayudan a preservar y desarrollar nuestro intestino.

Bacteriófagos y probioticos 

 

Muchas personas se sorprenden al enterarse que aproximadamente un 70% del sistema inmune humano reside en el intestino (conocido como microbiota intestinal).

El sistema inmune depende de la presencia de bacterias intestinales saludables para proteger al cuerpo de enfermedades. La edad, dieta inadecuada, medicamentos y el estrés pueden alterar el delicado balance de buenas a malas bacterias.

Un microbiota intestinal disbalanceado contribuye a desordenes autoinmunes, síndrome metabólico, diabetes, fatiga crónica, enfermedad de hígado no alcohólica, obesidad y más.

Incorporar bacteriófagos con un prebiótico lleva a esta estrategia de salud intestinal un paso más adelante.

Los bacteriófagos atacan selectivamente bacterias dañinas específicas, mientras dejan crecer microbios beneficiosos. Estos son especialmente beneficiosos ya que al usarse con probióticos actúan como tropas avanzadas para aclarar el camino y así las bacterias beneficiosas se pueden desarrollar.

Estudios de laboratorio demuestran que cuando los probióticos y los bacteriófagos se usan en combinación,  las bacterias beneficiosas crecen hasta mil veces más de su número de base.

 

 Como las bacterias intestinales afectan nuestro cuerpo 


 El incremento de consumo de carbohidratos procesados, carnes, grasas, conservantes y otros aditivos pueden alterar nuestra microbiota. En adición, el uso excesivo de antibióticos mata a las bacterias dañinas pero a las beneficiosas también.  Como resultado, nuestro microbiota intestinal se ve afectado y disbalanceado.

 Con el tiempo este disbalance puede causar el desarrollo de enfermedades crónicas en múltiples áreas del cuerpo, no solo aquellas asociadas con el intestino, como los desórdenes alérgicos, asma y hasta la obesidad están relacionados con una población insalubre de bacterias intestinales.



Terapia de fago


Existe un tratamiento único conocido como terapia de fago que usa bacteriófagos para reducir selectivamente bacterias dañinas, dando lugar a organismos probióticos beneficiosos para que se desarrollen. Usar probióticos a la par de bacteriófagos puede rápida y efectivamente rebalancear el microbiota intestinal. Cada uno es elegido por su habilidad de atarse a una porción única de bacteria no deseada  en los intestinos. En otras palabras, ellos selectivamente atacan a bacterias dañinas  específicas, dejando beneficiosos microbios crecer.

 Hemos llegado a reconocer que una de las desventajas de los antibióticos es que usan una técnica de eliminación masiva, que se deshace de bacterias dañinas y beneficiosas, dejándonos vulnerables a ser atacados por otros organismos.

En contraste, un “cocktail” de fagos es efectivo dentro de horas, no días, y en dosis muy pequeñas. Como un beneficio añadido, no solo funcionan en el intestino grueso, donde el disbalance bacteria es un problema,  sino también en el intestino delgado, donde puede ocurrir un crecimiento excesivo de bacterias.


Importante saber:


·        La suplementación con probióticos potentes es esencial para soportar la salud a través del cuerpo.

·        Hoy en día, hay bacteriófagos seguros que selectivamente de deshacen de bacterias no deseadas, dando lugar a que se desarrollen bacterias beneficiosas.

·        Estudios han demostrado que tomando probióticos con fagos específicos, remueve microbios insalubres, para permitir que los probióticos beneficiosos lleguen a grandes números.

·        Este enfoque puede optimizar poderosamente la salud digestiva y bien estar general, balanceando la microbiota del tracto digestivo.


Record de seguridad


 Los bacteriófagos han sido usados con éxito en numerosos entornos clínicos y terapéuticos, y han demostrado un perfil extremadamente seguro. La razón es la alta tolerancia natural del cuerpo a bacteriófagos, dada a la exposición a números amplios de bacteriófagos a través de la evolución.