Esta investigación ha demostrado que una mayor ingesta de magnesio puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar diabetes, como también a quienes ya tienen diabetes tipo II.

El estudio se realizó en humanos y demostró que la suplementación con magnesio mejoró la sensibilidad a la insulina en un 28%. También redujo un marcador de daño tisular inducido por la glucosa, llamado hemoglobina A1c, en personas de mediana edad con diabetes tipo II. 

Los participantes diabéticos en el estudio que tomaron magnesio tuvieron una mejora significativa en todos los indicadores de control glucémico.

Los niveles bajos de magnesio están asociados con la resistencia a la insulina, que ocurre cuando las células no pueden utilizar adecuadamente la insulina para metabolizar la glucosa. La resistencia a la insulina da como resultado un nivel alto de azúcar en sangre y, con demasiada frecuencia, progresa a diabetes tipo II.

Mejorar la sensibilidad a la insulina es una de las formas más importantes de reducir el impacto dañino de la diabetes tipo II.

Cuando las células son sensibles a la insulina, significa que pueden responder adecuadamente a la señal de disminución del azúcar en sangre de la insulina.

Señales de que te falta magnesio:

Para saber si tenes niveles bajos de magnesio, solo tenes que observar tu cuerpo:

• Fatiga.
• Pérdida de apetito.
• Dolor de cabeza.
• Calambres musculares.
• Debilidad.
• Entumecimiento.
• Náuseas.
• Vómitos.

Si bien los diabéticos deben prestar especial atención a su dieta, mantener la actividad física y, por lo general, necesitan medicamentos recetados como la metformina. La suplementación con magnesio puede brindarles beneficios protectores adicionales y significativos.

Además podes incorporar a tu dieta más cantidades de alimentos ricos en magnesio como las lentejas, el maíz, las almendras y la acelga, entre otros. Para saber en que cantidades incorporarlos a tu dieta realiza una consulta con tu nutricionista.