Una combinación innovadora de cepas probióticas, contenidas en un formato de doble encapsulación, protege a las bacterias beneficiosas de los ácidos del estómago para restaurar la flora intestinal beneficiosa.

Los científicos informan que la fortaleza del sistema inmunológico (al menos el 70% el cual se encuentra en el intestino) depende de la composición de las bacterias intestinales.

Los científicos han descubierto que la alteración del equilibrio entre las bacterias buenas y malas en el intestino contribuye al desarrollo de afecciones crónicas como trastornos autoinmunes, síndrome metabólico, diabetes, síndrome de fatiga crónica, enfermedad del hígado graso no alcohólico, obesidad, entre otras.

En el estudio se encontró que los probióticos equilibran la flora intestinal, combatiendo poderosamente muchos de los factores que conducen a enfermedades crónicas, esto permite una mejor colonización intestinal saludable al proteger las bacterias beneficiosas de los ácidos del estómago que de otro modo las destruirían.

Cómo los probióticos impactan en todo el cuerpo

¿Por qué equilibrar las bacterias en el intestino afecta áreas del cuerpo fuera de estos? La respuesta radica en el hecho de que el tracto intestinal contiene más moléculas de detección y señalización químicas que cualquier otro órgano, y esas moléculas afectan muchos aspectos de la salud.

Las bacterias intestinales producen proteínas que tienen una poderosa influencia sobre estos detectores químicos. Con el tiempo, un desequilibrio en la proporción de bacterias buenas y malas activa estos detectores de formas negativas que pueden desencadenar el desarrollo de una serie de enfermedades en muchas áreas del cuerpo, no solo en las asociadas con el intestino.

Afortunadamente, la suplementación con probióticos puede restablecer un equilibrio saludable en las bacterias intestinales y revertir estas alteraciones en los mecanismos de señalización intestinal. Esto, a su vez, revierte la influencia negativa que desencadena el desarrollo de enfermedades crónicas.

Es decir que los probióticos pueden restaurar la protección intestinal natural de tu cuerpo contra una serie de enfermedades no intestinales y protegerte de las enfermedades del envejecimiento, siempre y cuando que esta suplementación se realice de forma adecuada y en compañía de un profesional.