Según un estudio que evaluó los comportamientos sedentarios, las personas pasan más de la mitad de sus horas de vigilia sentados, ya sea en el trabajo, en los transportes o en casa.

Cualquier período prolongado de estar sentado aumenta el riesgo de trombosis profunda.

Estos coágulos peligrosos comúnmente se desarrollan en las piernas, pero pueden desprenderse y viajar a los pulmones.

Sentarse demasiado tiempo puede ser mortal

Períodos largos e ininterrumpidos de estar sentado son un peligro para la salud, incluso para aquellos que hacen ejercicio a diario. 

Cuando nos sentamos, los músculos de las pantorrillas no se contraen para ayudar a impulsar la sangre gastada en las venas de regreso al corazón. 

Estar sentado durante mucho tiempo puede reducir el flujo sanguíneo hasta en dos tercios en las piernas. Cuando la sangre se acumula en los vasos sanguíneos de éstas, es más probable que se forme un trombo (coágulo). Un coágulo que se desarrolla en las venas profundas del cuerpo se denomina trombosis venosa profunda (TVP).

Si el coágulo se libera y se aloja en las arterias de los pulmones, puede causar una embolia pulmonar, a veces indicada por dificultad para respirar o dolor en el pecho. Esta condición médica urgente es fatal en hasta un 10% de los casos. 

Aproximadamente la mitad de las personas con trombosis venosa profunda no tienen síntomas de advertencia, como hinchazón o dolor en las piernas. Eso no significa que no estén en peligro.

Los factores de riesgo

La trombosis venosa profunda puede desencadenarse por largas horas de viaje en condiciones de hacinamiento, como las que se encuentran en los aviones. Este mayor riesgo es más alto dentro de las dos semanas posteriores a un vuelo largo.

La trombosis venosa profunda también puede desarrollarse después de pasar horas sentado frente a la computadora.

Otros factores de riesgo incluyen cirugía ortopédica reciente, movilidad limitada, infecciones agudas, tomar estrógeno o píldoras anticonceptivas, diabetes, hipertensión, colesterol y homocisteína elevados, deshidratación, tabaquismo, obesidad y embarazo. 

Aunque cualquiera puede verse afectado, el riesgo de trombosis venosa profunda aumenta después de los 40 años. 

A medida que envejecemos, nuestros sistemas de formación de coágulos comienzan a superar a nuestros sistemas de descomposición de coágulos, lo que nos hace más propensos a estos.

Por esta razón te recomendamos que evites pasar gran parte de tu día sentado y en cambio busques incorporar nuevos hábitos para no llevar una vida sedentaria.