Importante, porque determina la tendencia a subir o bajar que solemos tener las personas, y vital para respirar, pensar, digerir, llevar la sangre y producir calor corporal porque nuestro organismo actúa utilizando la energía que elaboran células y tejidos en un perfecto equilibrio químico.

Sucede que cuando este es más veloz, el cuerpo quema con facilidad calorías, aun en los momentos en los que no se está haciendo ejercicio alguno. A este proceso se lo denomina metabolismo basal, es decir, la energía que consumimos rutinariamente para funcionar, sin que estemos en movimiento. 

Cierto es, que un metabolismo acelerado obedece en buena parte a la predisposición genética personal, y también a la edad y el peso, pero luego de aproximadamente los 40 años, se lentifica.

Nada está perdido porque siguiendo algunas rutinas, haciendo ajustes y desterrando algunos mitos podemos influenciarlo si es lento para adelgazar sin esfuerzo. Si querés ver nuestras opciones en cuanto a planes nutricionales hacé clic aquí. Para aprender como acelerar tu metabolismo seguí leyendo el artículo y descubrilo.

Cómo tener un metabolismo rápido

Si el objetivo que se tiene es adelgazar, pero no se alcanza, se deben buscar maneras de acelerarlo, es decir, quemar calorías aun estando en reposo. Obtener un metabolismo rápido es clave para vernos en forma.

Quienes comen y no suben de peso se benefician de este proceso, en oposición a quienes engordan.

Lo primero es comprobar mediante estudios clínicos que el paciente tenga una función tiroidea normal, y esto es necesario porque es esta glándula la que controla el metabolismo. Luego, un programa adecuado y personalizado de pérdida de peso con supervisión profesional es el diferencial para alcanzarlo. En Integrative Health sabemos que de la mano de un enfoque integral y holístico, que no descuide ningún aspecto médico y vaya más lejos que los regímenes típicos abarcando un plan específico, tratamiento hormonal si fuera el caso, mantenimiento, detoxificación y otros, es posible dar con el peso ideal y mantenerlo en el tiempo.

Cómo activar el metabolismo

En el momento en el que el organismo precisa mucha energía para hacer una tarea, espontáneamente se libera un encadenamiento metabólico, que da lugar a una activación que consume grasas y glúcidos para crear energía. Este proceso depende de un sinfín de hormonas y señales que lo regulan de manera correcta.

Lo primero a conocer es que los órganos esenciales para tener en control el ritmo metabólico son los músculos. Esa es la razón por la que aumentar la musculatura del cuerpo es esencial para acelerar el metabolismo y descender de peso.

Toma notoria relevancia si se tiene en cuenta que casi el 40% del peso en adultos, un poco menos en mujeres, está compuesto por músculo. Desarrollarlo por medio del

ejercicio hace que se vuelvan verdaderos “quemadores” de calorías en pos de perder peso.

Cómo acelerar el metabolismo para bajar de peso

De esta manera, la actividad física más eficiente será la aeróbica, que promueve el cansancio físico al entrenar, como el fútbol, la caminata rápida o el running y anaeróbica, que incrementa la masa muscular, como las pesas, en partes iguales.

Hay más técnicas que ayudan a elevarlo, y así controlar el peso. Algunos de ellas son:

- Realizar deporte aeróbico habitual. Es la manera en que el metabolismo se halla activado en modo permanente.

- Beber agua natural a menudo. En lo posible, no ingiriendo gaseosas ni azúcares. Esta acelera el metabolismo en un 30% en promedio, y se mantiene siempre que sea constante la toma.

- Hacer entrenamiento de fuerza. Se precisan más calorías para mantener la masa muscular que la grasa, por eso, llegar a desarrollar buena masa muscular acelera el metabolismo, aun cuando no se active. Se estima además que una persona quema cerca de 200 calorías menos cerca de los 40 que lo que lo hacía a los 20. De ahí la importancia de incrementar la muscular.

- Comer de a poco, a lo largo del día y masticar bien los alimentos. Establecer un horario regular y seguirlo día tras día. Saltearse el desayuno, realizar ayunos largos y las dietas de supuesto descenso veloz no son indicadas porque ponen al metabolismo en modo de conservar energía, y así la quema es más lenta y se acumula grasa.

- Consumir más proteínas y vitamina B. Resulta muy efectivo en el balance metabólico porque se estima que el organismo precisa más energía para descomponer proteína que para otros nutrientes, eso eleva el efecto térmico, lo contrario al consumo de carbohidratos, que quedan almacenados volviéndose grasa. Son excelentes fuentes la carne blanca como el pollo, queso, huevos, los vegetales verdes y la quinoa, entre otros.

- Tomar hasta 4 tazas de té verde. Una infusión de este extracto aumenta el metabolismo corporal porque está compuesto de antioxidantes que se unen al descenso de peso, estimulan el metabolismo e influencian la quema de grasa. Estudios en la materia consideran que es un benefactor de la reducción de grasa abdominal.

- Bajar el estrés. Los niveles altos son contraproducentes para la sintonía hormonal, haciendo que se cree más cortisol, el que la mayoría de las veces provoca sobrepeso. La razón es simple, el organismo se halla en alerta permanente, y así acumula grasa al pensarse en peligro.

- No comer tarde. Los estudios concluyentes afirman que ingerir comida pasada las 8 de la noche es negativo para el cuerpo ya que al ir a reposo acumula grasa y no la quema.

Con un plan específico adaptado a las necesidades del paciente, que contemple no solo su alimentación sino también el pilar del ejercicio y mejores hábitos de manejo del estrés es muy posible alcanzar un metabolismo acelerado que contribuya al descenso eficaz de peso.